Como colombianos pensamos únicamente en nuestro interés propio y
no en el colectivo, eso lo identificamos sin necesidad de extendernos. Cada
persona hace lo que quiere por su lado y en beneficio de uno solo, a muchos les
importa poco o no les importa lo que suceda con nuestro país, pero a que se
debe esto? Justamente a la falta de amor, identidad, respeto por el
"otro" y el compromiso social y humano. También la carencia de
valores se ve reflejada ampliamente en el sistema político y estatal que nos
ampara; al igual que ese sentimiento insano de desamor hacia nuestra historia,
esa que desde siempre nos ha identificado. Es obvio que las condiciones en
Colombia han cambiado drásticamente con el transcurrir de los años, éste cambio
se ve reflejado en nuestro comportamiento, en la manera de ver y apreciar las
cosas; las guerras hoy día son producto de esas condiciones tan limitadas del
ser humano. Nos falta la visión inocente y desinteresada que tenían los
habitantes del siglo XV, aquellos que en medio de sus limitaciones eran sabios,
puros, justos y que sobre todo sabían vivir en sociedad. En cambio, ahora lo
que nos rige es un estado que echa de menos las verdaderas necesidades de un
pueblo y que se dedica exclusivamente a generar ganancias en pro de si mismo,
aprovechándose de los "pobres" ciudadanos que lo único que hacen es
trabajar y trabajar para al final darlo todo, quedar sin nada y pronunciar la
misma frase de siempre: "Después de que me sigan dando mi subsidio todo
esta bien", lo que ha generado un alto nivel de la población desempleada
que inventan cosas para sobrevivir (lo que formalmente se conoce como empleos
informales) que no es otra cosa que el rebusque, esto es lo que se llama falta
de progreso en una sociedad. Pero...quien determinó este camino para Colombia?
Sus líderes. Nos dejamos dominar y manipular, nos negamos a estudiar las hojas
de vida de los políticos y por supuesto, vivimos sumergidos en su mundo oscuro
y corrupto que no nos deja ver con claridad la realidad. Aunque no sólo es el
Estado, todos los colombianos somos unos conformistas sin esperanza que
indudablemente desaprovechamos lo que tenemos haciéndonos los de la vida gorda
para no afrontar la verdad. Ya lo que queda es tomar conciencia sobre lo que es
realmente importante par la realización integra de cada persona y para el buen
desarrollo de país debido a que los niveles de ignorancia e intolerancia han
sobrepasado los límites y se vive una situación realmente difícil; el modelo
económico y político de Colombia es muy defectuoso y se puede palpar con el
reflejo de la pobreza que se vive en algunas zonas del país, los movimientos de
desplazados que colman nuestras ciudades, la falta de educación y por ende el
incremento de inseguridad nunca antes visto en nuestro país. Se deben tomar
medidas en el asunto para poder disminuir este problema social y tratar de dar
educación a los jóvenes para así llegar a un futuro mejor y lleno de sueños
educativos con ganas de investigar y sacar nuestro país adelante.
lunes, 27 de abril de 2015
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